Jalife mata tesoro escondido: Pemex y el paradigma Saudi Aramco

Como el presidente Calderón llamó a un diálogo abierto sobre el petróleo, pues hemos atendido a su llamado. Conocemos ya su propuesta de "aliar" a Pemex con empresas como Shell, Repsol o Exxon Mobil. Sabemos que esto es una estupidez.

Me gusta la parábola de Jalife al respecto. El dueño de un edificio pierde la llave y no puede entrar. Entonces llama a un cerrajero. El cerrajero le hace una llave nueva y se la entrega al dueño del edificio. El cerrajero le pide la mitad del edificio como pago por la llave. "¿No nos habíamos aliado?", pregunta el cerrajero.

Esta es la propuesta de Salinas-Fox-Calderón. Pagar con la mitad del edificio petrolero la tecnología para explorar en aguas profundas. ¿Pero qué esa tecnología no se puede rentar?, nos preguntamos extrañados. Claro que se puede rentar y comprar. En Noruega, por ejemplo.

¿Pero qué no está quebrado y saqueado Pemex por el sindicato? Bueno, en primerísimo lugar está saqueado por Hacienda, que le succiona el 80% de sus ingresos. Sin embargo, a pesar de lo que hace Hacienda, Pemex sigue siendo la empresa #33 más rentable del planeta.

Coño, pero ¿no es cierto que las reservas de México están agotadas? ¡Ja! Claro que no. ¿Se pelearían Exxon Chevron y Repsol por un petróleo inexistente? Hay reservas probables para muchos años, tengan la certeza.

Un momento, yo leí que Saudi Aramco y Petrobras eran paradigmas maravillosos para Pemex y que ambos tienen privatizada la refinación del petróleo y los procesos petroquímicos. ¿No sería bueno eso para México? No, mi televidente amigo. Es verdad que Saudi Aramco tiene todavía en manos privadas algunos procesos petroquímicos, pero su tendencia histórica es nacionalizadora. Es decir, el reino Saudita de Arabia comenzó el siglo sin gozar ni un centavo de su riqueza petrolera -igual que México- y ha tardado cien años en nacionalizar su riqueza. México en cambio, nacionalizó el petróleo de golpe y porrazo, como obra del general Cárdenas. Es decir, la tendencia de Saudi Aramco -así como de Petrobras- es de nacionalizar la riqueza petrolera.

A diferencia de estas empresas, las privadas Shell, Chevron y Repsol están quedándose sin reservas. No las culpo por venir a buscarlas a México. Lo estúpido sería acceder a sus peticiones.