Ese «algo» de la foto analógica

 
Ahí tengo un par de rollos listos para revelarse (desde 1998). Los voy a llevar a revelar porque aquel bono de un peso la foto que nunca estrenaste, lo estreno hoy.

He dejado asuntos pendientes, algunos de ellos durante once años. Este en particular, la fotografía analógica, me gusta, porque deja algo a la imaginación. Todo lo contrario de aquellos fotógrafos que te muestran el resultado de sus/tus imágenes megapixeladas, para que las apruebes con un movimiento de cabeza.

(¿La imagen latente estará por ahí, latiendo? ¿Se habrá continuado exponiendo todo este tiempo, o manchando?) WalMart, un poco más adelante, nos lo dirá.

El rollo Jessop lo vendían en Leicester, era el barato. La cámara era desechable. (Más bien fue desechada) Que mi imagen de juventud y la de mis amigos de entonces a quienes no he vuelto a ver, me agarren confesado.