
Ahora que volvi贸 de vacaciones, ha adoptado la absurda creencia de que lo colosal de aquellos elefantes y tortugas de concreto era s贸lo una cuesti贸n de proporciones infantiles. Haberle enviado una fotograf铆a a tiempo (por ejemplo de algunas personas junto a las esculturas) pudo haber revelado la verdad: En s贸lo quince a帽os, Puebla se ha poblado de gigantes.