AhĂ detrás, el pueblo de Minerve, al sur de Francia. El castillo destruido y sĂłlo un cacho de muro sobrevive. No es una torre, sino la esquina de los muros caĂdos.
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Hizo más de 35 grados ese dĂa. Ellos son Helios y Marie Claude, tĂos de Ireri, quienes nos han tratado excelente y nos han despedido con tremenda paella, una como no han visto paladares terrĂcolas. Esta foto es prueba de que la pelĂcula fotográfica es más bella, pero menos segura, de la cámara que estoy tocando en esta foto digital --numerique--, saldrĂan despuĂ©s tres rollos velados.