2008; Un recuento cutre

Películas. Persepolis, El color de los olivos y My Winnipeg. Qué humor, qué oscuridad, qué ternura. Qué fantasía.

My Winnipeg

Música. Last fm. Reencontrarnos con Tequila, La Polla Records, Johnny Cash, hasta Natalia Oreiro y Mi Banda El Mexicano. Grandes hits.

Futbol. La página más vergonzosa entre las incontables páginas vergonzosas del Puebla de la franja. Despidiendo a los mejores jugadores y al mejor técnico en años, de la mano de un charlatán que cree en las brujas.

Medicamento. Concerta. A treinta pesos la pastilla, una diaria. Y por fin, puedo prestar atención por más de veinte minutos a algo. ¿No es genial? ¿Sabían que lo usan ya algunos estudiantes -antes de algún examen- en los Estados Unidos?

¿No lo haría usted, aunque no lo necesite, probar un aditivo para su cerebro?

Vida en pareja. Un éxito. Ireri y yo; y quizá próximanente un perro de esos muy anchos, que te quieren mucho y tienes que limpiarles las lagañas. Mal, que a veces Ireri deja una sartén remojando, como sustituto del hecho inminente, ya improbable, de lavarla. Bien, que aunque yo hubiera pensado que cada quién lavaría su ropa, Ireri ha tenido el generosísimo gesto de meter la mía a lavar.

¿2009 cómo será? ¿Sí estará el Euro a 14 pesos otra vez? ¿De verdad serán echadas miles de personas a la calle?

¿El Puebla en la ConcaChampions? ¿Detendrán las descargas de música y películas de internet? ¿Despreciaremos el DVD y veremos sólo en HD? ¿Sí pegará el cine en 3D? ¿Los autos ahora sí andarán por los cielos, como la gasolina?