Morir joven, dejar un cuerpo hermoso...


Labaki y Özpetek: cimbrando

Jorge Ayala Blanco

Crítico de cine del diario EL FINANCIERO desde 1989. Es profesor de historia y análisis del cine en el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos de la UNAM. Ha publicado más de 30 libros en tres series: sobre cine mexicano, sobre cine internacional y de investigación. Es miembro de Sistema Nacional de Investigadores. Ha ganado diversos reconocimientos, como el premio UNAM de docencia en artes 2006 y la medalla Salvador Toscano 2010.




I. LA TOLERANCIA AGRIDULCE. En ¿A dónde vamos ahora? (Et maintenant on va où?/ W hall?la wayn, Francia-Líbano-Italia-Egipto, 2011), segundo filme de la simpática actriz-realizadora libanesa de 37 años Nadine Labaki (corto 11 rue Pasteur 97, largo Caramelo 07), con guión tumultuario suyo y de Rodney Al Haddid, Thomas Biegain, Jihad Hojelly y Sam Mounier para arrasar con los premios del público en Toronto y San Sebastián...

... las atribuladas mujeres de una polvorienta aldea extraviada en el semidesierto libanés, rodeada por minas sin estallar y casi despoblada de varones a causa de una prolongada guerra exterior que enfrenta a musulmanes contra cristianos, sienten la precariedad del polvorín religioso donde están situadas y, para evitar lo peor, pese a que en su pequeña comunidad aún coexiste en armonía aparente la mezquita del imán esmirriado con la iglesia del cura barbón, empiezan a tomar medidas cada vez más drásticas: queman los periódicos que publican matanzas, ven televisión con pavorosas interferencias pero en comunidad disuasiva sobre la punta de un cerro, fingen que la vieja esposa del alcalde Yvonne (Ivonne Maalouf) habla milagrosamente con la virgen, ocultan el deceso por anónimo acribillamiento del hijo de la matrona Takla (Claude Baz Moussawbaa) para no despertar deseos de venganza en nadie, y se cooperan para contratar bailarinas de vientre ucranianas que entretengan integradora-reconciliadoramente mezclados a sus maridos e hijos sobrevivientes, a los que se les habrán administrado con anterioridad euforizantes pasteles de hachís. La tolerancia agridulce secreta una inclasificable pieza de humor árabe que bajo esa advocación puede darse el lujo de sintetizar los tonos e híbridos genéricos más disímbolos: la sátira social gozosamente sacrílega (la cruz remendada del templo, la mezquita invadida por ovejas), la farsa de tinte popular (los altoparlantes manipuladores), el melodrama coral, el retrato insólito para exportación (las hileras de sillas transportadas en bici) y el drama duro. La tolerancia agridulce, a veces deliciosa, en ocasiones indigesta, alcanza sus mejores momentos gracias a su recurrencia en la comedia musical más inusitada y desmitificadora concebible, con ese pelotón de mujeres enlutadas bailando en un cementerio y dándose furiosas palmadas en el pecho durante el formidable arranque del filme, o con ese coqueteo de la aún guapa viuda musulmana Amal (Labaki misma) y el albañil cristiano que hace tortuguismo seductor al pintarle las paredes de su vivienda, más cerca de las grandiosas coreografías sacarinosas del mejor Jacques Demy (Las señoritas de Rochefort 67) y las sublimes melifluidades del sabrosón Amorcito corazón de Pedrito-Blanca Estela, que de cualquier engendro poshollywoodense. Y la tolerancia agridulce desemboca y culmina en la dudosa fábula política, o tragicómica burrada provocadora, al pretender probar que los islámicos y los cristianos son exactamente iguales y sus confesiones intercambiables en la práctica, pues a la mañana siguiente de la decisiva noche orgiástica de la catarsis drogosensual, todas las féminas amanecerán habiendo trocado velos o hiyab islámicos por atuendos occidentales (y viceversa), a la vez que queriendo imponer sus nuevas creencias a los seres cercanos, pero a la hora del sepelio del hijo muerto y cargando con el féretro ya nadie sabrá en qué parte del panteón segregado deberá ser enterrado.

II. LA IRRESPONSABILIDAD MAGNIFI- CADA.
En Una familia muy normal (Mine vaganti, Italia, 2010), octavo filme del comediógrafo turcoitaliano gay de 51 años Ferzan Özpetek (El harem 99, La ventana de enfrente 03), con guión suyo y de Ivan Cotroneo, el guapo hijo de una prejuiciosa gran familia provinciana Tommaso Cantone (Riccardo Scamarcio) regresa a Leche decidido a salir del clóset tras una larga estadía romana, pero en la magna cena de la revelación se le adelanta su hermano mayor Antonio (Alessandro Preziosi) en reconocerse públicamente gay, provocando su expulsión del nutrido núcleo hipócritamente disfuncional y un infarto al archiconvencional padre burgués autoritario Vincenzo (Ennio Fantastichini), por lo que el urbanizado muchacho aspirante a escritor deberá callarse, encargarse a fortiori de la fábrica de pasta familiar, por cesión paterna orgullosamente consoladora, y apechugar con las acometidas seductoras de la bella solitaria asocial hija de los socios Alba (Nicole Grimaudo), hasta que los amigos desinhibidos y el novio gay Marco (Carmine Recano) lo visiten y ayuden a conceder un poco de sensatez y claridad radical a la revuelta familia atrasada. La irresponsabilidad magnificada lleva su sátira antifamilia tradicional y contra el desorden moral establecido a terrenos, consecuencias y situaciones tan lógicas como absurdas, tan descabelladas cuan desternillantes, tan vulgares como exquisitas, tan reconfortantes cuanto perturbadoras, juguetonas e irritantes a la vez, irreductibles, inesperadas, inasimilables y esperanzadoras, dentro de la mejor descendencia desenfadada-degenerada del neorrealismo, en la contradicción tonal y comediógrafa puras, con una vivacidad lindante con la demagogia vitalista ya muy extraña en el descompuesto cine actual. La irresponsabilidad magnificada neutraliza la dimensión vodevilesca de enredos, o sainetera a la posGüero Castro de lujo, a base de nerviosos giros de cámara alrededor de los hablantes a la mesa o en el cara-a-cara romántico y mediante el sostenimiento de un tono coral sin verdaderos protagonistas, teniendo como magnos momentos climáticos la salida del clóset como sorpresivo madruguete traidor, los gritos de "Ladrón, ladrón" cada vez que la tía solterona alcohólica Luciana (Elena Sofia Ricci) recibe amantes nocturnos, el beso robado del chavo gay a la burguesona autoesclava que intentaba seducirlo para homologarse con ella cual cuatitas adoradas, las risotadas exhibicionistas del padre en la terraza de café para enfrentar las murmuraciones aldeanas, la sexynoche de los equívocos y las seducciones imposibles en que participan interminablemente todos los miembros de la familia Cantone, machazos o hembritas, trastornados por la invasión de los hilarantes amaneradísimos amigos gays, los flashbacks en cadena de una Novia Fugitiva que resulta ser la Abuela (Ilaria Occhini) ya sostenidamente bipartida en su época por dos galanes antitéticos, y ante todo el tragicómico atracón de pasteles con que se inmolatoriamente suicida esta vieja robacorazones. Y la irresponsabilidad magnificada se cree muy importante por mimetizarse con una contundente-unificadora sabiduría ancestral ("Si haces siempre lo que quieren los demás no vale la pena vivir" / "Comete tus propios errores") y lograr así otro equilibrio nuclear, una ecuación eroafectiva-efectiva cotidiana tan perfecta como la de Las hadas ignorantes (Özpetek 01), en la desafiante integración de una extendida familia ultrapermisiva de pueblo, por fin mariconsísima y multirreconciliada.

De Luis Ricardo @luisritx sobre las rubias



Cinefilazos, con Carlo Corea, Enrique Malacara, Oscar Flores



Ireri y Luis Ricardo nos sinceramos en la presencia de Carlo Corea, Enrique Malacara, Oscar Flores; ¿qué clásicos de verdad nos gustan y qué otros sólo los citamos para quedar bien?

Llegar a mil seguidores en Twitter, ¡ya!

Aquí decimos la clave, bueno, más o menos. Edgar, Ireri y Luis Ricardo hablan de las vanidades de internet.



Boulevard 5 de mayo cuando ponían el concreto hidráulico

Obras. Tome vías alternas. #Road #Puebla #concreto
Y el "Ángel Custodio" del escultor Sebastián

Me gusta tomar fotos de cosas que pronto van a cambiar. Sólo un par de días se podía tomar esta foto y aquí está; Puebla durante las obras de pavimentación con concreto hidráulico sobre el  boulevard 5 de mayo a la altura del Ángel Custorio, escultura de Sebastián. Las obras son hechas por el gobierno estatal con participación del ayuntamiento de Puebla. Como apreciamos en la foto, los proveedores de concreto son los regios de Cemex.

Touché: investigación educativa

"Desde hace algunos años, a partir de la mitad de este siglo, la investigación en las ciencias sociales (por lo menos en los Estados Unidos) estuvo dominada por el ejemplo de la agricultura. La noción básica era que si dos campos de una cosecha particular fueron tratados de manera idéntica excepto en una variable, entonces las diferencias en las cosechas producidas se podrían atribuir a la diferencia en esa variable. Seguramente, la gente pensó que se podría hacer lo mismo en educación. Si se quiere probar que un nuevo método de enseñanza del contenido X es superior, se podrá hacer un experimento en el que dos grupos de alumnos estudian X –un grupo recibe una enseñanza estándar, mientras que el otro recibe el nuevo método. Si los estudiantes que recibieron la nueva enseñanza puntúan mejor, se tendría evidencia de la superioridad del nuevo método instruccional". (SCHOENFELD, A., 2000)


 Referencia
"PROPÓSITOS Y MÉTODOS DE INVESTIGACIÓN EN EDUCACIÓN MATEMÁTICA" Notices of the AMS, Volume 47, Number 6; June/July 2000.

Casa de los muñecos


 
Foto de Damaris GV Cuenca
Cuenta la leyenda que la "casa de los muñecos", que actualmente es el Museo Universitario Interactivo de la BUAP, tiene en su fachada una serie de balcones alternados con tableros de 16 figuras de talavera, conocidos popularmente -los muñecos que le dan nombre a la casa- que representan a los concejales del ayuntamiento que se oponían a la construcción de una casa más alta que la sede de gobierno.

Los muñecos son una burla, facturada al estilo oriental, se supone:

"De su procedencia se plantea una triple hipótesis: que los muñecos fueron hechos en Oriente, que fueron hechos en Puebla a partir de modelos orientales o que fueron hechos en Puebla por loceros orientales". Turismo de Puebla

Quizá lo único burlesco que permanece sean los precios de los platillos en el restaurante concesionado "Casa de los Muñecos" que se encuentra al fondo de la casa. Algunos de los platillos están -o estaban, si es que corrigieron- tasados en dólares. Échele 100 dólares, universidad pública.

Zaragoza ciudad de Puebla, el día del desfile

Heroica Puebla de Zaragoza, a 16 de septiembre de 2012

Desfilé en la colonia Zaragoza de Puebla, con mi escuela, la secundaria general número 11. Quedé fascinado con el lugar, una colonia antigua que parece que ha realizado este desfile por muchas décadas, quizá cien años. En la colonia viven las familias de los militares de la 25 zona, ubicados aquí después de la heroica defensa de la plaza y llamada así en honor del general Zaragoza, brillante estratega que repelió al ejército del imperio francés en 1862 en la batalla de Puebla.

Army hairdressers. Mexico

Algo de los franceses queda, al parecer, en el bigotito, -el mostacho- de este militar de ilustración mural.

Lo que hicísteis

 

 

Más


 

Pessoa y Lisboa

Pessoa y Liboa
 
No recuerdo quien me dijo que Lisboa es la ciudad más bella del mundo, pero tampoco olvidé la recomendación, por suerte. Así que aquí estamos. Debo decir que la ciudad no ha quedado a deber. Lo que la diferencia de otros lugares señoriales es su espíritu, vivo, lejano de las ciudades turísticas renovadas, tan cercanas a los parques de diversiones.

Por la calle vemos casas-monumentos históricos habitadas por perros callejeros, borrachines, sombrillas hurtadas de algún bar. También palacios, dignos de albergar a los seres humanos más ilustres del país...

... y leyendas. La más hermosa de ellas es la del burócrata de múltiples personalidades y ligera sensibilidad, como la pluma de un gallito que se eleva por la brisa del mar. Fernando Pessoa, quien dijo:

Oh mar salado, cuánta de tu sal son lágrimas de Portugal

De Pessoa y de Saramago, que nos han dejado trabajar en su biblioteca y sentarnos a su mesa, tendremos que hablar en particular muy pronto. Mientras tanto, la primera imagen, bestia mitológica que aparece entre los símbolos de Portugal.

De porqué la ciudad de León no se llama así en honor del rey de la selva

Nuestro guía por la ciudad de León es Argimiro, un maestro apasionado por la historia. Dedicó su año sabático a investigar en los archivos de la ciudad, que suman 26 kilómetros de estanterías. Detrás de él se eleva la muralla romana construida y reconstruida tantas veces. Su pasión nos arranca aplausos en cada parada.

La ciudad de León se levantó por una legión romana en el siglo V, la Legio VI Victrix de seis mil hombres, de manera que el nombre de la ciudad viene de "legión", pero, nos explica Argimiro, esto se olvidó como tantas otras cosas durante la Edad Media.

 
Foto de Luis Ricardo
El Barrio Húmedo de León


Partimos a la parroquia de San Isidoro, donde hemos vivido la clase viva de historia del arte. Un ejemplo de románico puro al que añadieron una reconstrucción gótica. Un bajorrelieve civil de luchadores leoneses y, más adelante, el arquetipo gótico que estudian los chavales en Historia del Arte. La catedral de León y sus cientos de metros cuadrados de vitrales que brindan experiencias distintas según la hora del día y que, seguramente, inspiraron el edificio construido por Gaudí en la Plaza de Botines de esta ciudad.

Cruzamos con Argimiro el casco histórico y llegamos al barrio húmedo, donde uno termina empapado y no precisamente por la lluvia; en León las tapas vienen incluidas con cada bebida y no hay recortes que valgan en lo que se refiere a esta maravillosa tradición leonesa, para regocijo nuestro. Bebemos una caña y, en nuestros paladares, se prolonga el gusto que comenzó en la cena cooperativa, jamón, queso, vino.

Cuando pasamos por el barrio La Palomera, llamamos la atención de los leoneses. Somos muchos maestros caminando firmes de dos en fondo. Algunos nos preguntaron si somos indignados. Probablemente lo somos, pero por ahora, somos más bien felices.

Argimiro, foto de Luis Ricardo.
"Argimiro" Foto de Luis Ricardo

Defecada de Uva vs Peña Nieto




"Rocío Boliver, la mujer conocida como “La Congelada de Uva” causó controversia en las redes sociales, debido a que el pasado sábado defecó en una imagen de Enrique Peña Nieto con motivo de protesta, por haber hecho trampa en las pasadas elecciones, plagadas de compra de votos, acarreo y propaganda televisiva ilegal.

Boliver es conocida por sus performance excéntricos, entre ellos el que le dio su nombre, consistente en introducirse una congelada, un trozo de hielo sabor uva, por la vagina. 


El oprimido vota por el opresor


"El oprimido vota por el opresor por hambre, la única manera de salir de esta situación es mediante la rebelión del oprimido". Pablo Gómez

#TodoMexicoenelZocaloconAMLO



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La maldición del Señor de Tacuba de 1521: "Hernán Cortés caerá en 2012"

Las ideas de “El Nigromante”, luz en el momento crítico


Emilio Arellano, tataranieto de Ignacio Ramírez, a quien considera “el cerebro más brillante del siglo XIX”, acaba de editar La Nueva República, tras haber dado a conocer en 2009 sus Memorias perdidas. Mientras éste era un libro de carácter biográfico, el actual es una síntesis del pensamiento del escritor y político. Ahora que el Papa Benedicto XVI hace su primera visita a México, recuerda la importancia del impulsor de la separación Iglesia-Estado.
Emilio Arellano, tataranieto de Ignacio Ramírez. Foto: Octavio Gómez
Emilio Arellano, tataranieto de Ignacio Ramírez.
Foto: Octavio Gómez

MÉXICO, D.F. (Proceso).- Para el abogado Emilio Arellano, Ignacio Ramírez El Nigromante fue la mente más brillante del liberalismo mexicano del siglo XIX. Conocer su pensamiento, dice, no es una cuestión de historia: es elemental para que en las elecciones de julio próximo los mexicanos decidan bien su futuro y el de varias generaciones.

Por eso, de entre los más de 7 mil documentos del archivo heredado por la familia del liberal y político nacido en San Miguel el Grande (hoy de Allende), Guanajuato, el 22 de junio de 1818, decidió dar a conocer los que mejor exponen sus postulados, algunos de ellos plasmados en la Constitución:

Separación de la Iglesia y el Estado, educación laica y gratuita, garantías individuales, igualdad de géneros, separación de los poderes Ejecutivo y Judicial, libertad de prensa e imprenta, libertad de expresión, libro de texto gratuito, que México es para los mexicanos y hasta la idea de la revocación de mandato impulsada hoy por grupos ciudadanos inconformes con el gobierno de Felipe Calderón.

Tataranieto del histórico personaje, el licenciado en derecho por las universidades La Salle y UNAM, descendiente también de Francisco Zarco, publicó con ese material La Nueva República. Ignacio Ramírez El Nigromante, que da continuidad al volumen Ignacio Ramírez El Nigromante. Memorias prohibidas, en el cual compiló documentos inéditos, resguardados durante 100 años por su familia.

También editado por Planeta, el nuevo libro de 205 páginas muestra sobre todo el ideario de El Nigromante. Las diferencias entre ambos textos, dice su autor, son abismales, pues en el primero se presenta una biografía del personaje, “con un lenguaje moderno, no tan solemne” como el utilizado por su histórico biógrafo y discípulo Ignacio Manuel Altamirano; y en el segundo, su pensamiento.

La idea es que ya que esta nueva generación de mexicanos conoce al personaje, profundice ahora en su ideología liberal y nacionalista, “realmente impactante por su visión futurista”, dice Arellano, y destaca que no bien ha comenzado a difundirse, pues las primeras presentaciones públicas se harán hasta finales de este mes, ya causa polémica.

Afirma que incluso se quiso impedir su publicación pues no sólo cuestiona a personajes históricos conservadores, como Lucas Alamán o Miguel Miramón, también a los propios Benito Juárez o Miguel Lerdo de Tejada (a qienes Arellano llama liberales moderados), y –dada la vigencia de sus ideas– a la derecha actual.

Un documento de 1521 que recupera las palabras de Ahuelitoc Ixcapa Calzada, “descendiente de los señores aztecas de Tacuba” y uno de los ancestros indígenas de Ignacio Ramírez, es el que parece haber provocado mayor escozor. Cuenta Arellano que el sacerdote mexica iba en la comitiva de Cuauhtémoc que llegó hasta Hibueras, donde fueron sacrificados:

“El libro fue casi prohibido y sólo con el apoyo de Planeta lo pudimos sacar, porque en la página 153 viene una profecía que impactó tanto al INAH (Instituto Nacional de Antropología e Historia), a las instituciones culturales, como a varios estudiosos; me dijeron que era una tradición oral conocida en los pueblos indígenas y que yo no tenía derecho a divulgarla porque ellos lo iban a hacer en su oportunidad.”

La tradición relata que cuando agonizaba Ahuelitoc Calzada, maldijo a Hernán Cortés. Le dijo que sus restos (que hoy se encuentran en la iglesia de Jesús Nazareno, en el Centro Histórico de la Ciudad de México) jamás encontrarían reposo en México ni en ningún otro lugar, “y ojalá algún día los expulse el pueblo mexicano porque es el gachupín más nefasto que ha existido en México”, agrega Arellano. Ixcapa dijo a Cortés:
“Así como había una profecía de tu llegada, hay también una profecía de tu caída entre nuestro pueblo y será al terminar esta era, en 2012. Venus anunciará tu final y todos los indígenas que masacraste nos vengarán. Nunca disfrutarás de tus conquistas o de lo que nos robaste y jamás encontrarás reposo en estas tierras (…) y el gobernante que te expulse de nuestro reino llegará a ser el monarca más querido de esa nueva era de esplendor (…) Tus restos desaparecerán en llamas, como con las que atormentaste a nuestro gran Tlatoani.”
Y en seguida la profecía temida:
“De estas tierras en el sur del imperio, en donde nos encontramos y en donde murió nuestro señor Cuauhtémoc, nacerá y llegará el primer gobernante de la nueva era, y la gran tortuga de su tierra natal lo profetizará: Ipiltzin-ayutl-tepetl.”
Aunque se considera que Hibueras es hoy territorio de Honduras, Arellano dice que es Tabasco, y que la tortuga es una escultura del sitio arqueológico Tortuguero (donde se encontró la estela que señala al 21 de diciembre de 2012 como el inicio de un nuevo ciclo en el calendario maya), localizado en el municipio de Macuspana.

Agrega el abogado que sólo uno de los candidatos a la presidencia de la República es de Tabasco (Andrés Manuel López Obrador, quien nació precisamente en Macuspana), “y esa es la única zona arqueológica con ese nombre, por eso mucha gente está inquietándose con esta profecía… será cierta o falsa, lo dejamos a criterio de cada persona, pero es importante que conozcan lo que está pasando en México para que tomen conciencia, si no en la desmantelada nacional nos van a dejar bailando a todos los ciudadanos”.

Adoctrinados

A decir del autor, los dos libros sobre El Nigromante son esenciales y no se entiende uno sin el otro, llevan una ilación. El material de su archivo podría dar para varias ediciones. Es “una constelación de información”, pues Ramírez participó en la Constitución de 1857, en las Leyes de Reforma, hizo teatro, poesía, novela, “es inagotable el material”, insiste, pero quiso incluir los temas que pudieran ser útiles en la actualidad.

Exhibir, por ejemplo, la mentalidad de los conservadores y cómo se pueden combatir “esas ideas nefastas que quieren subastar al país de una manera impune”. Expone:

“Don Ignacio Ramírez decía que México debe ser para los mexicanos y que la industria y el comercio deben ser dominados por el pueblo. Y que para eso necesita primero ser preparado con una educación laica y gratuita. Es lo que quieren desmantelar ahorita, para volvernos a meter en la teología y en los documentos del padre Ripalda. Para quienes nos consideramos gente coherente y consciente, es inaceptable ese tipo de ideología.

“No negamos la validez de las creencias religiosas, pero el clero no tiene nada que ver con la administración pública. Ignacio Ramírez decía que cada vez que el clero ha intervenido en asuntos políticos la patria ha quedado ensangrentada, se han generado guerras fraticidas por defender sus fueros y privilegios. Por eso es importante que no se reformen los artículos 24 y 130 constitucionales ni se desmantele la educación laica y gratuita.”

Su deseo es que el libro se lea y se comente y, en las posibilidades de cada persona, se dominen los temas y conceptos porque es una obra “para la supervivencia del Estado laico y nuestro futuro como nación independiente, porque el problema no es si sacamos muchos o pocos libros de Ignacio Ramírez, el problema es que el momento histórico que va a vivir México el próximo 1 de julio será determinante para el futuro de varias generaciones de compatriotas.

“Necesitan leerlo para estar conscientes de lo que hay, de lo que se puede hacer y de las consecuencias de seguir con el mismo sistema político de los últimos 12 años, que ha sido desastroso, o del error más grande que podría suceder, que es regresar a las épocas pasadas de impunidad.”

La derecha actual, en colusión descarada con el clero, dice, ha apostado a la falta de memoria del pueblo mexicano, pues quizás efectivamente ya olvidaron los pasajes de la época de la Reforma, la Guerra de Reforma, la intervención francesa, las Leyes de Reforma o las guerras cristeras posteriores, y cómo intervinieron en todo ello el clero y los conservadores, dejando ensangrentada a la patria. Para combatir ese tipo de conductas, “nocivas para nuestro desarrollo nacional”, recomienda retomar a El Nigromante:

“He analizado a diversos personajes de la historia de México y realmente él resalta por su honradez, por su limpieza y profundidad de pensamiento. Lo considero el cerebro más brillante del siglo XIX. Y me atrevería a decir que es la mente más brillante que ha dado el México Independiente, a pesar de que los historiadores conservadores consideran sus escritos como inmorales o de carácter anarquista.”

Pionero internacional

Autor también de Las reformas constitucionales inconclusas 2010, Arellano recuerda a El Nigromante como un mexicano “ejemplar y extraordinario” que perseguía el bienestar general de la nación. Afirma que fue el único “auténtico liberal, idealista y honrado” que vivió y murió pobre. Y apela al patriotismo de la gente para enterarse de por qué trató de impedir el avance de los conservadores y del clero, y por qué se están dando los cambios actuales en la relación Iglesia-Estado.

–Para mucha gente los liberales del siglo XIX conformaron un grupo y todos fueron muy valiosos: Benito Juárez, Guillermo Prieto, Lerdo de Tejada, entre otros. ¿Por qué cree que El Nigromante fue el mejor?

–Efectivamente, hubo liberales extraordinarios, no hay que negarlo, pero curiosamente la mayoría eran conservadores moderados, incluido el presidente Juárez; de hecho, no existían los liberales. El único liberal puro que se conoce en la historia de México, de acuerdo con las versiones de Francisco Zarco, fue don Ignacio Ramírez.

“Porque él no era simplemente anticlerical, como lo quiere manejar el clero conservador moderno; sencillamente, no creía en esas cuestiones, era una persona que a los 18 años se atrevió a decir en la Academia de Letrán: ‘No hay Dios, los seres de la naturaleza se sostienen por sí mismos’, cosa que escandalizó en su tiempo a toda la sociedad mexicana.”

En cambio, agrega, Juárez, Zarco, la familia Mateos, Porfirio Díaz, “hasta Guillermo Prieto” y otros personajes del XIX eran “devotos recalcitrantes”, estudiaron en colegios religiosos; el único laico fue Ramírez, porque su padre le enseñó el ateísmo y la filosofía liberal. Fue “el único ateo de toda la historia de México que ha estado en el poder”.

Se cuenta en el libro que, cuando la Constitución de 1857 fue aprobada, Juárez invitó a su gabinete y a un selecto grupo a un te deum o misa cantada en la Catedral. El Nigromante rechazó la invitación con una nota a mano que decía: “¡Gracias!, pero no podré asistir a semejante acto. ¡No entiendo por qué lo organizó! Pero las consecuencias para su imagen personal serán desastrosas…”.

Y lo fueron, continúa Arellano, pues al terminar el te deum, el cardenal de México arrojó al suelo la Constitución desde el altar mayor por considerarla pecado mortal.

Hay otra anécdota donde se relata que al revisar el borrador de la Constitución de 1857, conservadores y algunos “que se decían liberales” escribieron en el artículo primero: “En el nombre de Dios, los mexicanos nos otorgamos esta Constitución”. Ramírez subió a la tribuna y dijo a los diputados:

“Qué vergüenza siento y una gran pena por muchos de ustedes que haciendo uso del derecho divino condenan al pueblo de México a vivir por siempre en una nación gobernada por fuerzas siniestras (…) El nombre de Dios ha producido en todas partes el derecho divino, y la historia del derecho divino, el sudor y la sangre de los pueblos; y nosotros, que presumimos de libres e ilustrados, ¿no estamos luchando todavía en contra del derecho divino? (…) Es muy respetable y representativo el encargo de formar una Constitución para que yo comience mintiendo (…)”

Para Ignacio Ramírez la divinidad nada tenía que ver con la construcción de la nación, dice Arellano, y reivindica a su tatarabuelo como el verdadero autor de las Leyes de Reforma junto con Lino Ramírez y Valentín Gómez Farías, aunque “la historia oficial dice que fueron Juárez y Melchor Ocampo”.

Afirma que desde 1833 iban a plantear las primeras Leyes de Reforma. Ramírez era el escribano de Valentín Gómez Farias, un gran amigo de su padre. Desde entonces estaban redactados los borradores de más de 75 leyes, de las cuales surgieron las aprobadas. Y agrega:

“Toda esa generación brillante de mexicanos entendió algo que no han entendido nuestros actuales gobernantes: que la religión y las creencias personales son muy respetables, pero el clero no tiene por qué intervenir en asuntos políticos ni hay razón para darle ningún beneficio o prebenda. Y amparado en las creencias del pueblo, el clero ha utilizado la fe para obtener beneficios políticos y económicos.”

Se le pregunta si, dado que México hizo la separación Iglesia-Estado antes que Francia, podría decirse que Ignacio Ramírez es un precursor a nivel internacional. Explica que México promulgó su Constitución en 1857, y el entonces arzobispo primado de México, Clemente de Jesús Munguía, advirtió que quienes la leyeran caían en pecado mortal; vino la Guerra de Reforma y luego las Leyes de Reforma y su aplicación. Y no fue sino hasta 1908 cuando Georges Clemenceau, “admirador de Juárez y de Ignacio Ramírez, implementó el Estado laico y la separación Iglesia-Estado en Francia.

“O sea que sí, se pueden tomar como antecedentes a dos personas, aunque se oiga un poco intenso el comentario: Martín Lutero e Ignacio Ramírez en México, porque don Ignacio no estaba en contra del precepto o el concepto de creencia religiosa, estaba en contra de que el clero participara en asuntos políticos y utilizara la fe, y al pueblo mexicano como carne de cañón, para obtener sus prebendas y beneficios.”

Y lo que sucede ahora, considera, es lo mismo del siglo XIX. Aliados con un gobierno conservador, están tratando de impulsar las reformas del artículo 24 constitucional, aunque la ciudadanía esté en desacuerdo.

Estos grupos, agrega, han tratado de borrar de la historia a personajes contrarios a los intereses clericales. Es el caso de Ignacio Ramírez, cuya historia sobrevivió en el siglo XIX gracias a escritores como Altamirano y Justo Sierra, y en el XX por el investigador Boris Rosen y el escritor Carlos Monsiváis, “último vástago de la Academia de Letrán original”.

Denuncia además que, siendo el promotor de los libros de texto gratuitos, no se le menciona en ninguno “ni siquiera en tres renglones”, lo cual le parece vergonzante. Y algo más: recuerda que en 1957, al conmemorarse el centenario de la Constitución liberal, se aprobó la inscripción de su nombre en letras de oro en el Congreso, pero hasta hoy no se ha cumplido. Entiende que los panistas no quieran hacerlo, pero no la omisión de los priistas, pues siempre se dijeron herederos de la Revolución Mexicana y juaristas. No lo harán ahora, cuando sus intereses y preocupaciones están en la elección.

“¿Cuál es nuevo PRI?”, se pregunta.

El libro incluye diversos documentos, entre ellos tres cartas enviadas al Papa Pío IX, con las cuales el liberal decimonónico respondió a la excomunión, censuradas por más de 115 años:

“Todavía al leerlas, dice uno: ¡Qué mente tan visionaria! Tienen tal impacto al grado de seguir siendo actuales. Y es exactamente lo mismo que está sucediendo en este momento. Entonces la persona que tenga interés en saber lo que sucedió y lo que está sucediendo, lea a Ignacio Ramírez aunque lo haya escrito en 1868.”

(¡!)

Mártires de Chicago: relato de José Martí

“Y ya entrada la noche y todo oscuro en el corredor de la cárcel pintada de cal verdosa, por sobre el paso de los guardias con la escopeta al hombro, por sobre el voceo y risas de carceleros y periodistas, mezclado de vez en cuando a un repique de llaves, por sobre el golpeteo incesante del telégrafo que el "Sun" de Nueva York tenía establecido en el mismo corredor... por sobre el silencio que encima de todos esos ruidos se cernía, oíanse los últimos martillazos del carpintero en el cadalso. Al fin del corredor se levantaba el cadalso.

 -Oh, las cuerdas son buenas: ya las probó el alcaide.
El verdugo habla, escondido en la garita del fondo, de las cuerdas que sujetan el pestillo de la trampa.

-La trampa está firme, a unos diez pies del suelo... No; los maderos de horca no son nuevos; los han pintado de ocre para que parezcan bien en esta ocasión; porque todo ha de estar decente, muy decente... Sí, la milicia está a mano; y a la cárcel no se dejará acercar a nadie... De veras que Lingg era hermoso...

Risas, tabaco, brandy, humo que ahoga en sus celdas a los reos despiertos. En el aire espeso y húmedo chisporrotean, cocean, bloquean, las luces eléctricas. Inmóvil sobre la baranda de las celdas, mira al cadalso un gato...
 
 

Cuando de pronto, una melodiosa voz, llena de fuerza y sentido, la voz de uno de estos hombres a quienes se supone fieras humanas, trémula primero, vibrante en seguida, pura y luego serena, como quien ya se siente libre de polvos y ataduras, resonó en la celda de Engel, que, arrebatado por el éxtasis, recitaba "El tejedor", de Heinrich Heine, como ofreciendo al cielo el espíritu, con los dos brazos en alto:

"Con los ojos secos, lúgubres, ardientes,
rechinando los dientes,
se sienta en su telar el tejedor;
¡Germania vieja, tu capuz zurcimos!
Tres maldiciones en la tela urdimos;
¡Adelante, adelante el tejedor!
Maldito el falso Dios que implora en vano
en invierno tirano
muerto de hambre el jayán en su obrador;
¡En vano fue la queja y la esperanza!
Al Dios que nos burló, guerra y venganza.
¡Adelante, adelante el tejedor!
¡Maldito el falso Rey del poderoso
cuyo pecho orgulloso
nuestra angustia mortal no conmovió!
¡El último doblón nos arrebata,
y como a perros luego el Rey nos mata!
¡Adelante, adelante el tejedor!
¡Maldito el falso Estado en que florece,
y como yedra crece
vasto y sin tasa el público baldón;
donde la tempestad la flor avienta
y el gusano con podre se sustenta!
¡Adelante, adelante el tejedor!
¡Corre, corre sin miedo, tela mía!
¡Corre bien, noche y día!
Tierra maldita, tierra sin honor,
con mano firme tu capuz zurcimos;
tres veces, tres la maldición urdimos:
¡Adelante, adelante el tejedor!'

Y rompiendo en sollozos, se dejó Engel caer sentado en su litera, hundiendo en las palmas el rostro envejecido. Muda lo había escuchado la cárcel entera, los unos como orando, los presos asomados a los barrotes, estremecidos los periodistas y los carceleros, suspenso el telégrafo, Spies a medio sentar, Parsons de pie en su celda, con los brazos abiertos, como quien va a emprender vuelo.

El alba sorprendió a Engel hablando entre sus guardas, con la palabra voluble del condenado a muerte, sobre lances curiosos de su vida de conspirador; a Spies, fortalecido por el largo sueño; a Fischer, vistiéndose sin prisa las ropas que se quitó al empezar la noche para descansar mejor; a Parsons, cuyos labios se mueven sin cesar, saltando sobre sus vestidos, después de un corto sueño histérico.

-¿Oh, Fischer, cómo puedes estar tan sereno, cuando el alcaide que ha de dar la señal de tu muerte, rojo por no llorar, pasea como una fiera de alcaidía?

-Porque -responde Fischer, clavando una mano sobre el brazo trémulo del guarda y mirándole de lleno en los ojos- creo que mi muerte ayudará a la causa con que me desposé desde que comencé mi vida, y amo más que a mi vida misma, la causa del trabajador; y porque mi sentencia es parcial, ilegal e injusta.

-Pero Engel, ahora que son las 8 de la mañana, cuando ya sólo te faltan dos horas para morir, cuando en la bondad de las caras, en el afecto de los saludos, en los maullidos lóbregos del gato, en el rastreo de las voces, y los pies, estás leyendo que la sangre se te hiela, ¿cómo no tiemblas, Engel?

-¿Temblar porque me han vencido aquéllos a quienes hubiera querido yo vencer? Este mundo no me parece justo; y yo he batallado, y batallado ahora con morir, para crear un mundo justo. ¿Qué me importa que mi muerte sea un asesinato judicial? ¿Cabe en un hombre que ha abrazado una causa tan gloriosa como la nuestra desear vivir cuando puede morir por ella? ¡No, alcaide, no quiero droga; quiero vino de Oporto! -Y uno sobre otro, se bebe tres vasos...

Spies, con las piernas cruzadas, como cuando pintaba para el "Arbeiter Zeitung" el universo dichoso, color de llama y hueso, que sucedería a esta civilización de esbirros y mastines, escribe largas cartas, las lee con calma, las pone lentamente en sus sobres, y una y otra vez deja descansar la pluma para echar al aire, reclinado en su silla, como los estudiantes alemanes, bocanadas y aros de humo.

¡Oh Patria, raíz de la vida, que aun a los que te niegan por el amor más vasto a la Humanidad, acudes y confortas, como aire y como luz por mil medios sutiles! "Sí, alcaide -dice Spies-, beberé un vaso de vino del Rin".

Fischer, cuando el silencio comenzó a ser angustioso, en aquel instante en que en las ejecuciones como en los banquetes todos los concurrentes callan a la vez como ante solemne aparición, prorrumpió iluminada la faz por venturosa sonrisa, en las estrofas de "La Marsellesa" que cantó con la cara vuelta al cielo...

Parsons, a grandes pasos mide el cuarto..., vuélvese hacia la reja..., gesticula, argumenta, sacude el puño alzado, y la palabra alborotada, al dar contra los labios, se le extingue como en la arena movediza se confunden y perecen las olas.

Llenaba de fuego el sol las celdas de los cuatro reos, cuando el ruido improviso, los pasos rápidos, el cuchicheo ominoso, el alcaide y los carceleros que aparecen a sus rejas, el color de la sangre que sin causa visible enciende la atmósfera, les anuncian lo que oyen sin inmutarse, ¡que es aquélla la hora!

Salen de sus celdas al pasadizo angosto. "¿Bien?". "¡Bien!". Se dan la mano, sonríen, crecen: "Vamos".

El médico les había dado estimulantes. A Spies y a Fischer les trajeron vestidos nuevos; Engel no quiere quitarse sus pantuflas de estambre. Les leen la sentencia a cada uno en su celda; les ciñen los brazos al cuerpo con una faja de cuero; les echan por sobre la cabeza, como la túnica de los catecúmenos cristianos, una mortaja blanca; abajo, la concurrencia, sentada en hilera de sillas delante del cadalso, ¡como en un teatro!

Ya vienen por el pasadizo de las celdas, a cuyo remate se levanta la horca; delante va el alcaide, lívido; al lado de cada reo marcha un corchete. Spies va a paso grave, desgarradores los ojos azules, hacia atrás el cabello bien peinado, blanco como su misma mortaja, magnífica la frente; Fischer le sigue, robusto y poderoso, enseñándose por el cuello la sangre pujante, realzados por el sudario los fornidos miembros.

Engel anda detrás a la manera de quien va a una casa amiga, sacudiéndose el sayón incómodo con los talones. Parsons, como si no tuviese miedo a morir, fiero, determinado, cierra la procesión a paso vivo. Acaba el corredor, y ponen el pie en la trampa; las cuerdas colgantes, las cabezas erizadas, las cuatro mortajas.

Plegaria es el rostro de Spies; el de Fischer, firmeza; el de Parsons, orgullo rabioso; a Engel, que hace reír con un chiste a su corchete, se le ha hundido la cabeza en la espalda. Les atan las piernas, al uno tras el otro, con una correa. A Spies el primero, a Fischer, a Engel, a Parsons; les echan sobre la cabeza, como el apagavelas sobre las bujías, las cuatro caperuzas.

Y resuena la voz de Spies, mientras está cubriendo la cabeza de sus compañeros, con un acento que a los que le oyen les entra en las carnes; "La voz que vais a sofocar será más poderosa en el futuro que cuantas palabras pudiera yo decir ahora". Fischer dice, mientras el vigilante atiende a Engel: "Este es el momento más feliz de mi vida".

"¡Hurra por la anarquía!", dice Engel, que había estado moviendo bajo el sudario las manos amarradas hacia el alcaide. "Hombres y mujeres de mi querida América...", empieza a decir Parsons... Una seña, un ruido, la trampa cede, los cuatro cuerpos caen a la vez en el aire, dando vueltas y chocando.

Parsons ha muerto al caer, gira de prisa, y cesa; Fischer se balancea, retiembla, quiere zafar del nudo el cuello entero, estira y encoge las piernas, muere; Engel se mece en su sayón flotante, le sube y baja el pecho como una marejada, y se ahoga; Spies, en danza espantable, cuelga girando como un saco de muecas, se encorva, se alza de lado, se da en la frente con las rodillas, sube una pierna, extiende las dos, sacude los brazos, tamborilea; y al fin expira, rota la nuca hacia adelante, saludando con la cabeza a los espectadores”.

Epílogo

Los funerales de los que enseguida se empezó a llamar "Mártires de Chicago" se efectuaron el día 12 de noviembre de 1887. El ataúd de Spies iba oculto bajo las coronas; el de Parsons, escoltado por 14 obreros que llevaban una corona simbólica cada uno; el de Fischer, adornado con guirnaldas de lirio y clavelinas; los de Engel y Lingg (junto de nuevo a sus compañeros), envueltos en banderas rojas.

Las viudas y los deudos, de riguroso luto, y encabezando el cortejo un veterano de la guerra civil, con la bandera de los Estados Unidos. 25.000 personas asistieron a las exequias y otras 250.000 flanquearon el recorrido. Durante días las casas obreras de Chicago exhibieron una flor de seda roja clavada a su puerta en señal de duelo.

En 1893, un nuevo gobernador de Illinois, John Atgeld, accedió a que se revisara el proceso. Las diligencias practicadas por el juez Eberhardt entonces establecieron que los ahorcados no habían cometido ningún crimen y que “habían sido víctimas inocentes de un error judicial”.

Schwab, Fielden y Neebe fueron puestos en libertad. La hermana del testigo Waller demostró al juez que todo lo dicho por él era falso y cómo se había comprado su testimonio; se recogieron declaraciones contra el capitán Bonfield, que había manifestado: “Dénme unos tres mil de esos anarquistas y yo sé lo que voy a hacer con ellos”.

Se probó cómo el procurador especial Rice dispuso la integración espúrea del Jurado y otros delitos semejantes. Pero ya era demasiado tarde. Aquellos inocentes, “víctimas de un error judicial”, estaban muertos.

¿Y del Día de los Trabajadores.., del 1° de mayo..., qué fue en los Estados Unidos?
El dirigente Peter J. Mac Guire había propuesto en 1882 en un mitin de la Central Labor Union, de Nueva York, celebrar el primer lunes de septiembre como “Fiesta de los que trabajan”.

Así nació el Labor Day norteamericano, que se celebró el lunes 5 de septiembre de 1882 por primera vez con un desfile, concierto y picnic.

Desde entonces, y más aún luego de los sucesos de Chicago, el sindicalismo oficial de los EE.UU. con apoyo del Gobierno, celebra esa “fiesta” cada primer lunes de septiembre y ayuda con celo inigualable a los patrones para que millones de trabajadores se olviden del real sentido del 1º de mayo, y hasta de la fecha misma.

Pero no podrán borrar sobre su propio territorio, ni sobre toda la faz de la Tierra, la sombra oscilante de los ahorcados de Chicago.

Las siete maravillas del mundo a través de la cámara de Google Streetview

Ya habíamos notado las posibilidades fotográficas de Google Streetview.
Ya nos habíamos preguntado "¿y qué estabas haciendo cuando pasó la camarita de Google?"
Ya había encontrado a algunos interesantes agentes de tránsito por mi ciudad a la hora del trabajo, y descubierto que esa hora es la misma que la del descanso. Pero la humanidad, oh maravilla.

Como no sabemos el mundo en que estamos parados, presentamos del blog de Jon Rafman, desafortunadamente sin crédito ni información de la ubicación de estas fotos, aquí, las siete maravillas del mundo a través de Google Streetview.


 Del absurdo poético

















al más justo de los homenajes posibles a Hitchcock, el de la realidad,
















al testimonio cruelmente pasivo,

























al puto instante de libertad, el azar el azar;



















pasando por el descarte del fotomontaje y la paradoja del tiempo




















sin olvidar aquello que escapa mi menor idea de lo que es, pero que me encanta.


Cartel de Alejandro Magallanes y peliculón de Raúl Fuentes

"Alejandra, una estricta mujer que ha sido arrastrada a la soledad por sus propias obsesiones y manías, conoce a María, una adolescente llena de vida pero insatisfecha con su realidad. En sus diferencias descubren un infinito de posibilidades, pero también insalvables vacíos. ¿Podrá el amor ser más fuerte que el afán destructivo de Alejandra?"
Sinopsis de Todo el mundo tiene a alguien menos yo.
"He diseñado el cartel de la película Todo mundo tiene a alguien menos  yo, dirigida por Raúl Fuentes y que es la ópera prima del CUEC UNAM y que tengo entendido se  presentará en la Muestra de Cine de Guadalajara. Muchas gracias a Laura por el encargo, a  Raúl y a todos en el Cuec. Saludo especial a Panda (o Pandemia) en la bañera..."
Alejandro Magallanes
Un enorme gusto encontrarme el cartel de la película de mi amigo Raúl ya lista para competir en los festivales, ganarse un lugar en las pantallas a través del sistema de distribución cinematográfica de México, tarea que es dificilísima para las películas de nuestro país. Las películas mexicanas pelean por un lugarcito en cartelera contra los estrenos norteamericanos, negocios probados, con presupuestos gigantescos de publicidad y con todas las facilidades que les da la ley, enmarcada en el Tratado de Libre Comercio. Los legisladores mexicanos no han ofrecido la protección legal a nuestro cine en el violento mercado cinematográfico (excepción cultural) y siguen optando por una estrategia de libre mercado entreguista y farsante, que sólo beneficia a la mafia que controla desde Los Ángeles el mercado mundial audiovisual, por lo menos en los países agachones, como el nuestro.

Bienvenida la película "Todo el mundo tiene a alguien menos yo", bienvenido el cartel de Magallanes, viva el cine universitario y la diversidad sexual. ¡Viva!